martes, 10 de marzo de 2009

Nuestra obseción por las colas





Qué pervertido/a, inmundo/a y mal pensado/a si tus padres vieran que mente tan retorcida que de todos los textos elegiste primero este, pero claro esta ves te voy a dejar con las ganas, no voy a dedicar tantas líneas para hablar de la parte trasera de las personas, de eso se encargará nuestra sexóloga, a si que no desesperéis.

Esta ves voy a hablar de la obsesión de los argentinos de hacer colas, ósea de esperar para todo, no importa que corno sea lo que vamos a hacer, si es para sacar entradas para ir a la cancha, o un recital, o simplemente ir a comprar algo al almacén, pero esto es quizás culpa de nosotros mismos que se nos ocurre caer todos al mismo tiempo y sobre todo a último momento, pero también es cierto que somos los reyes de la burocracia, y que en momentos donde tenemos que agudizar el ingenio, sólo lo empleamos para “como molestar a la gente”

Un día tu banda favorita llega a tu ciudad o vos te emprendes en un gran viaje a verlos, o quizás sea un partido de futbol, o porque no alguna fiesta religiosa como creo que es la de San Cayetano, donde ves decenas de carpas instaladas en las veredas de la zona, estas al dope, te preparas para pasarte una semana tomando frío o calor, en una carpa (los más preparados), o en improvisados refugios, todo para poder llegar primero o entre los primeros, pero lo que no te diste cuenta pequeño amigo que esto es ARGENTINA!, y que si existe una persona haciendo cola existe por ende este personaje llamado “el COLADO”; un ser dispuesto a lograrlo todo sin importar nada ni nadie, a este no le molesta ganarse el último asiento del bondi ese que vos dejaste para la anciana o la mujer embarazada, ese, que te roba el último lugar en el tren, que se pasa de largo controles policiales en la cancha, y que cuando vos que te comiste desde largas horas hasta días y semanas (se ve que estabas al pedo) te diste cuenta que quedaste por la mitad, y ese quien es no lo vi en la fila, y ahí te das cuenta que es al pedo porque este ser siempre va a estar y difícilmente evites que logre su cometido.

Igualmente hacemos cola por todo y para todo, para todo tenemos que esperar, y la gente cuando espera revela muchas cosas de su personalidad, cosas que normalmente una persona no reconocería excepto en esa situación, cuando mayor sea el tiempo de espera mayor es el tiempo para socializarse, y por ende mayores serán las cosas con las que te enfrentes.

Tenes al callado, también conocido como el cabeceador de la fila, ( a veces podes sentarte, aunque sea contra una pared, y nunca falta quien llega trasnochado a la fila y que repentinamente debe ser tocado para despertarse, y para que avance querido! Grita un hombre con la vos grave, o una mujer con la vos grave, y es que siempre esta el Quejoso, y atrás de el adulador, ese que le da pie a todo lo que dice, es fácil de reconocerlo, tenes a uno que dice “¡Qué barbaridad!”, y el de atrás diciéndole “Es una vergüenza”, de pronto se ven toda una gama de alianzas como si fuese que de esa manera vas a llegar a ser atendido más rápido, y es algo imposible porque el que esta atendiendo cada dos personas se toma un mate y se pone a escuchar las grabaciones de nuestros programas ya emitidos con su compañero y se ríe con las locuras de Belén Franchoti, mientras le da a los biscochos de grasa y trata de que pase el mate.

Y como siempre nunca falta el que aprovechando el apelotonamiento siempre se pasa uno o dos lugares, o cuando abren filas nuevas de pronto hace el famosos ups! Y de un momento a otro pasa de estar al fondo de la interminable fila a estar al frente, ja! Mientras que el indignado cliente se retuerce por no haberlo visto antes, no sin antes proferirles unas cuantas puteadas y sacarle el cuero como estudiante recientemente bochado en un examen.

Pero no desesperéis porque donde se crea una fila, nace también el acomodado, y es algo que se logra simplemente teniendo un conocido en el área indicada, ya sea en un negocio, en el banco o en donde se les plazca quien logré tener un contacto se sorteará toda demora, y llegará a ese atajo, a si que mientras el indignado señor insulta a todos los que se colan, me acabo de dar cuenta que me cago el lugar para ir al baño y se me adelanto, HEY vos COLADO!!! Hace la fila… QUE BARBARIDAD! A si estamos en este país por tipos así.
Fernando Marzini

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